Saturday, April 08, 2006

Libre Albedrío

Hay muchas cosas que terminas haciendo por libre albedrío, es decir, por que te dio la gana de hacerlo, la democracia te apoya, pero eso no incluye el derecho a echarle la culpa a alguien si las cosas salen mal.

Mis libres albedríos son innumerables. Tengo un titulo internacional que ni yo mismo me acuerdo que reza al pie de la letra.. por libre albedrío. Mis peleas con mama son por mi libre albedrío. Me gradué de química bióloga en colegio para terminar estudiando publicidad, todo por libre albedrío.

(he notado que mi libre albedrío es para llevar la contraria hasta aquí jajajaja)

Hay veces en que ese libre albedrío te tiene pensando, meditando, analizando, y te das cuenta que bueno, yo elegí esto, yo decidí esto, no hay a quien culpar pero hay que vivírsela y tragarla grueso para que pase pronto.

Vivo al sur cuando quisiera vivir al norte (mas por cuestiones de trabajo, dormiría más, comería caliente a la hora del almuerzo y en menos de 10 minutos estaría ya ocupando mi espacio en mi cama en vez de mamarme 30 minutos en el trafico infernal guayaquileño). Ahora aplico el libre albedrío en mi trabajo, me voy a la hora que es, ya no más Catito héroe que se quedaba hasta casi las 10.

Por más libre albedrío: decidí que tengo casa, hogar, padres, 2 perros, 3 pericos, 1 computadora sin restricciones al internet y 1 cama que me espera.

También por libre albedrío uno se enamora (si el Catito in love… again). Bueno, por libre albedrío ya voy cargando con 6 años de historia urbana; de mutación desde ser pelados de colegio a… bueno… lo que somos hoy (ja!).

El caso es que por libre albedrío dije un día: Pues este es el que quiero para mí, para bien o para mal, pero este es. Me basé en el simple hecho de que el inútil este no se compara con nadie. Extrañamente se hace una categoría diferente para juntarlo en otra.

Así que por mi libre albedrío estoy penando por un mensaje, una llamada o un e-mail que diga, estoy vivo!. Y para variar, mi orgullo me prohíbe buscarlo porque mejor es dar pena a solas y no en público. Algún día he de cambiar esta historia.

A lo largo de la historia de 2 que cuento hay siempre una constante: El viene, se queda, se va, yo voy, me quedo, me voy; tiempo libre, y se repite nuevamente el circulo vicioso. Y es en ese tiempo libre donde los recuerdos de lo vivido, de lo amado y lo extrañado son los que no dejan dormir.

Pero algún día va a cambiar eso… Viviré al norte mejor y buscaré a quién culpar.

Ja!

Cato

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